DIA SABADO

por **hgo1939** 6/11/2016, 12:20 am

[size=36]Sábado[/size]
Leer con oración:
Hch 20:28; Gá 2:19-20; Ef 1:7; 2:3-5; Col 1:14; He 9:22; 1 Jn 1:8-9

“[Cristo] es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”(1 Jn 2:2)

La Redención Por La Sangre Y La Remisión De Los Pecados

Mediante la obra redentora del Señor Jesús en la cruz, recibimos el perdón de pecados y libre acceso al Padre: “[En Cristo] tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Ef 1:7). Los pecados, las pasiones y los deseos fueron clavados en la cruz.
Nosotros hacíamos “la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Ef 2:3b-5). Por la gracia, recibimos la redención y la remisión de los pecados, sin pagar ningún precio.
Por causa de lo que el Señor Jesús hizo nuestra vida cambió. El mismo apóstol Pablo dio testimonio diciendo: “Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gá 2:19b-20).
De antemano, Dios planeó derramar la sangre de Su hijo para redimirnos (Ap 13:8). Él sabía que usted pecaría, y según la Ley “sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (He 9:22). Por eso Dios Padre envió al Hijo, “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Col 1:14). No importa cuál sea su pecado, la sangre de Jesús es eficiente y eficaz. Tampoco importa en qué época usted pecó, la sangre del Señor no tiene fecha de vencimiento, pues es la sangre de Dios (Hch 20:28b).
Él murió por todos nuestros pecados: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. [...] Estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo” (1 Jn 1:8-9; 2:1-2).
El Señor nos redimió por medio de Su sangre, sin importar cuál haya sido nuestra antigua condición. En Cristo recibimos el perdón de Dios, y eso fue conforme a la riqueza de Su gracia.
Punto Clave:
Aplicar la sangre de Cristo.
Pregunta:
¿Existe algo entre usted y Dios que la sangre no pueda solucionar?
La iglesia en Armenia
¡JESUS ES EL SEÑOR!