DIA VIERNES

por **hgo1939** 6/9/2016, 8:16 pm

[size=36]Viernes[/size]
Leer con oración:
Ro 8:15; Ef 1:4-7; 2:1-5; 1 P 2:24

“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche”(Is 55:1)

La Riqueza De La Gracia De Dios

La Biblia revela que somos objeto de la predestinación y del trabajar de Dios a fin de que nos convirtamos en Sus hijos maduros. Esa es la voluntad de Dios: convertirnos en Sus herederos, y esto es para la alabanza de la gloria de Su gracia (Ef 1:4-6).
Fuimos salvos por medio de la gracia de Dios. Estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, “pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Ef 2:4-5). Éramos pecadores, sin embargo, el Señor Jesús derramó Su sangre preciosa en la cruz para lavarnos y limpiarnos de todo pecado. Nosotros debíamos derramar nuestra sangre, pero Él hizo eso en nuestro lugar. El Señor Jesús pagó el precio por nosotros. Y recibimos la salvación gratuitamente, sin pagar nada.
Para ilustrar la gracia de Dios, leamos: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche” (Is 55:1). Sin dinero y sin precio recibimos la vida de Dios y nos convertimos en Sus hijos. Por ser hijos, podemos clamar: “¡Abba, Padre!” (Ro 8:15). Por medio de la gracia de Dios podremos heredar todo lo que le pertenece a nuestro Padre.
Dios Padre desea que nos convirtamos en hijos maduros, por eso necesitamos buscar el crecimiento de vida y vivir de una manera santa y sin mancha delante de Dios. Por su propia experiencia de vida, usted puede ver que, incluso después de la salvación, es posible aún llegar a cometer algún pecado por una debilidad o mala influencia. Quien practica cualquier pecado debería ser condenado, pero, gracias a Dios, aunque usted haya andado conforme a la corriente de este mundo, según los deseos de la carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, pudo arrepentirse y volverse a la cruz de Cristo, en la cual Él cargó sus pecados (1 P 2:24). Por medio de la redención que es en Cristo, pudo disfrutar del perdón de Dios, gratuitamente; no es necesario hacer ningún esfuerzo o pagar algún precio. Esa es la riqueza de la gracia de Dios (Ef 1:7).
No lo olvide: Él lo predestinó para la filiación, y eso es para alabanza de la gloria de la gracia de Dios.
Punto Clave:
Predestinado para ser hijo de Dios.
Pregunta:
¿Cómo puede llegar a ser un hijo maduro?
La Iglesia en Armenia

¡JESUS ES EL SEÑOR!