Breve Historia de la Iluminación del Buda y algunas verdades de su ILUMINACION

Cuenta la leyenda que existía un príncipe llamado SIDDARTHA GAUTAMA y por ser hijo de un Rey, este era un príncipe . En las celebraciones en honor a su nacimiento, un vidente brahamán predijo que este niño sería un rey poderoso o un gran hombre santo . Su Padre temiendo que su hijo mayor renunciara a su papel de líder tribal, procuro que su hijo creciera rodeado de lujos y para ello construyo para él varios palacios y tejió para él una vida de placeres, lejos de cualquier aspecto perturbador de la vida que pudiera despertar en él alguna inclinación espiritual latente . Sin embargo Siddartha demostró ser un joven extremadamente sensible que, con el tiempo, comenzó a sufrir una profunda angustia espiritual . Con frecuencia, caminaba alrededor del estanque que adornaba los jardines de sus palacios, inmerso en hondos pensamientos filosóficos . Así es como el destino intervino y cuando tenía 21 años, resuelto a visitar a sus súbditos, se aventuró a salir de sus palacios y por el camino vio personas pobres, ancianas, enfermas y moribundas .
El encontrarse cara a cara con la realidad del sufrimiento, de la que había estado protegido durante muchos años, tuvo un impacto muy fuerte en este joven sensible . La tradición budista dice que este joven se encontró tras salir del palacio primero con un anciano; luego en otra oportunidad salió del portal que miraba al sur y vio a una persona enferma; y una tercera vez, al atravesar la puerta occidental , se topó con un cadáver . Cada uno de estos personajes representa la vejez, la enfermedad y la muerte . Con respecto al nacimiento ( considerado el primero de los cuatros sufrimientos), está representado por el hecho de comenzar a darse cuenta de la realidad de la vida desde su primera infancia .
Este joven frecuentemente se decía “ No importa cuán jóvenes y saludables podamos ser , la vejez, la enfermedad y la muerte llegarán inevitablemente. Es un destino del que nadie puede escapar”. También razonó : “ Las personas pelean y se matan, tratan de dominar con las armas. Pero incluso el poder militar más temible está condenado a ser destruido algún día por el mismo medio que utilizó para conquistar a otros. Ninguno de nosotros puede escapar de los sufrimientos de la condición humana : la vejez, la enfermedad y la muerte. Seguramente, lo más importante es buscar el modo de liberarnos de ellos” .
Así este joven en vez de vivir en un mundo regido por la pericia militar, buscó el verdadero sendero del humanismo. Así pues, decidió renunciar al esplendor palaciego e iniciar la búsqueda del reino eterno del espíritu .
Por ello Siddharta escapó del palacio y viajo hacia el sur, donde conoció a varios ascetas que lo impulsaron a liberar su mente de las preocupaciones mundanas, mediante la práctica de estrictos métodos de renuncia y mortificación corporal . Solo así, le decían, podría liberarse de los hábitos mentales y emocionales que atrapan a la mayoría de las personas en un círculo infinito de conflictos internos y externos .
Sin embargo tras seis años practicando la austeridad extrema, se empezó a sentir frustrado. Se dio cuenta que retirarse del mundo no le proporcionaba las repuestas que buscaba. Así que, aguatando las burlas de sus antiguos compañeros, abandonó la práctica de vivir completamente separado del mundo . Se dio un baño largo y agradable en el cercano río Nairajana y aceptó comida de una mujer que pasaba por allí . Luego cruzó el río hasta el lugar conocido actualmente como Bodhgaya, y se sentó debajo de un ficus ( los textos tradicionales del budismo dicen mas precisamente que se trató de una higuera Pipal – árbol venerado por el Hinduismo , religión previa al advenimiento del Budismo ) y empezó a examinar su mente . Estaba decidido a encontrar la repuesta al dilema, tan humano y tan vigente desde la antigüedad como hasta nuestros días, que consiste en perpetuar los problemas a base de perseguir cosas que proporcionan, como mucho, experiencias fugaces de felicidad, seguridad y protección.
Fue allí cuando este príncipe emergió a la luz de la sabiduría , no sin haber luchado antes contra las funciones demoníacas ( a los demonios en el budismo se los llama por lo general funciones demoníacas y se refieren a los deseos mundanos y a las ilusiones, que intentan perturbar la mente de quienes buscan el camino de la verdadera iluminación. Algunas veces, se manifiestan como apego a los deseos terrenales, hambre o sueño . Otras veces, torturan la mente asumiendo la forma de ansiedad, miedo e incertidumbre – en otro escrito me extenderé sobre las funciones demoníacas en el Budismo) .
Así luego de superar la violenta embestida de las fuerzas diabólicas, la mente de Shakyamuni quedó fresca y vigorosa; su espíritu estaba tan claro, como un despejado cielo azul . En este estado de iluminación se dio cuenta de que el presente, ese momento en que se encontraba sentado meditando bajo el árbol pipal, era parte de un ciclo interminable de nacimiento, muerte y renacimiento, desde el tiempo sin comienzo . Despertó así a la NATURALEZA ETERNA DE LA VIDA, que abarca el pasado, presente y el futuro. Mientras continuaba su proceso de iluminación Shkyamuni concluyó que “… todo el universo está sujeto al mismo ritmo constante de creación y cambio . Esto es aplicable por igual a los seres humanos. Quienes ahora son niños están destinados a envejecer y, finalmente, a morir, y luego a renacer otra vez. En el mundo de la naturaleza o en la sociedad, no hay siquiera un momento de descanso o inmovilidad. Todo fenómeno en el universo surge y se extingue por influencia de alguna causa externa . Nada existe en aislamiento ; todas las cosas están ligadas a través del espacio y del tiempo, y se originan en repuesta a relaciones causales compartidas . Cada fenómeno funciona simultáneamente como causa y como efecto; y ejerce influencia en el todo. Además , LA LEY DE LA VIDA IMPREGNA TODO EL PROCESO.” . Shakyamuni había aprendido la verdad mística de la existencia . Tuvo la plena convicción de que podía desarrollarse ilimitadamente mediante esa LEY a la que había despertado . Toda crítica, obstáculo o dificultad no serían más que polvo en el viento .
La gran verdad de la iluminación del Buda, es haberse dado cuenta de la VERDADERA LIBERTAD NO SE ENCUENTRA EN RETIRARSE DE LA VIDAD, SINO EN COMPROMETERSE A UN NIVEL MÁS PROFUNDO Y CONSCIENTE CON TODOS SUS PROCESOS .
El Buda continúa reflexionando : “ … al no estar consciente de esta verdad absoluta, las personas viven en la ficción de que existen independientemente las unas de las otras . En última instancia esto las hace prisioneras de sus deseos y las aparta de la Ley, la Verdad eterna e inmutable de la existencia . Vagan por la oscuridad y se hunden en la desdicha y el sufrimiento . Pero esa penumbra deriva de las ilusiones de la propia vida. Esa oscuridad espiritual no sólo es fuente de todos los males, sino también , la causa esencial del sufrimiento de las personas por las realidades del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte. Enfrentando este mal en nuestras vida – esta ilusión e ignorancia-, podemos abrir el camino hacia la verdadera naturaleza humana y la felicidad indestructible” .
Que magnífica esperanza nos regala el Buda … nos ofrece la oportunidad de experimentar por nosotros mismos estas verdades que impregnan a todo el Universo y a la vida que lo inunda . Que extraordinarias armas para enfrentar la existencia estando plenamente comprometidos con la misma . No se trata de ninguna promesa de que no vamos a tener problema o que vamos a acceder a un PARAISO CELESTIAL O TERRENAL ( esto para quienes hemos sido engañados por doctrinas no basadas en la realidad ) … por el contrario , la primera noble verdad que enuncia aquí el Buda es precisamente la plena y real existencia del sufrimiento ( tema que me gustaría compartirlo en otro escrito) . El Buda no enseña que sólo podemos hallar nuestra libertad cuando aceptamos y trabajamos con las condiciones que nos inquietan, porque ante la maravilla que es la Vida, también nos reafirma que la misma tiene formas de interrumpirnos y de traer sorpresas poderosas incluso al más paciente de los mortales , y respecto a estas incomodidades o grandes sufrimientos ( DUKKHA) el Budismo posee interesantes repuestas .

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