DIA MIERCOLES

por **hgo1939** 6/8/2016, 12:06 am

[size=36]Miércoles[/size]
Leer con oración:
Ef 1:3-5, 7-8, 13-14; 2:1-3; Tit 3:3-5

“Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”(1 Co 6:11)

Vivir En Santidad Para Alcanzar La Plena Filiación

Efesios 1:5 dice que Dios nos predestinó “para la filiación por medio de Jesucristo para Sí mismo, según el beneplácito de Su voluntad”. Fuimos predestinados para la filiación, a fin de satisfacer el buen placer y la buena voluntad de Dios. Todo eso forma parte de “toda bendición espiritual” (v. 3).
Pablo prosigue y muestra que todo el dispensar de Dios es en el Amado, es decir, en Cristo, “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia” (Ef 1:7-8). Tal vez usted ya ha percibido a través de su experiencia cristiana que fue objeto de la gracia de Dios al ser alcanzado por la obra redentora del Señor Jesús en la cruz. Ahora, debe continuar disfrutando de la gracia de Dios para permanecer íntegro y sin mancha delante de Él. Por medio de la gracia, usted es salvo de las situaciones pecaminosas en su vivir diario, incluso en las situaciones más difíciles. Además, debe recordar diariamente que fue escogido por Dios antes de la fundación del mundo para tener un vivir en santidad. El Señor no tolera ningún pecado, aunque ame mucho al pecador. Por eso Pablo escribió: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de enido_esp_rg.indd 76 04/04/2016 08:57:02 77La epístola de Pablo a los efesios [2] este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás” (Ef 2:1-3).
No somos más hijos de ira, sino aquellos que fueron predestinados para la filiación, por eso debemos buscar tener un vivir lleno de acciones justas, santo y agradable a Dios. Esto ocurre por medio del trabajar del Espíritu, a través de Su sellar (Ef 1:13-14). En mi experiencia, por ser negociante necesitaba contactar personas y por eso ingería bebidas alcohólicas, fumaba y me involucraba en juegos de cartas para acercarme a ellas. Después de ser salvo, cuando me sentaba a jugar, no me sentía a gusto; era como si hubiera espinos en mi silla. Pero, gracias al Señor, fui liberado de todas esas cosas (1 Co 6:11).
Creo que esa no es sólo mi experiencia, sino la de muchos cristianos que antes vivían asociados a alguna práctica pecaminosa, lejos de Dios, pero por la bondad de nuestro Salvador, fuimos salvos mediante el lavamiento regenerador y renovador del Espíritu Santo (Tit 3:3-5). ¡Alabado sea el Señor!
Punto Clave:
Libres de practicar el pecado.
Pregunta:
¿Qué nos dio Dios para librarnos del pecado?
La Iglesia en Armenia

¡JESUS ES EL SEÑOR!